La creciente presencia en las industrias cárnicas de falsas
cooperativas, falsos autónomos y trabajadores de ETT dispara la
precariedad y tira por los suelos las condiciones laborales, los
salarios y todos los derechos de los trabajadores afectados, desde las
vacaciones a las prestaciones por jubilación, siniestralidad laboral,
desempleo o representación sindical. En el sector se les conoce como
"los gladiadores", porque tienen que hacer jornadas infinitas para
alcanzar un salario digno.
"La práctica de la figura del falso autónomo, así como las falsas
cooperativas que operan en este potente sector a nivel nacional, sin
distinciones territoriales, está conduciendo a la precarización de las
condiciones laborales. Se está poniendo en serio riesgo los puestos de
trabajo por cuenta ajena y las condiciones laborales y salariales dignas
por un modelo de explotación laboral con salarios sustancialmente
inferiores a los que marcan el convenio sectorial, jornadas laborales
interminable, falta de cobertura social, menos cotizaciones a la
seguridad social, así como una competencia desleal en el sector, ya que
difícilmente se puede competir con esta indecencia empresarial, laboral y
social"
La secretaria confederal de Empleo de CCOO, Lola Santillana, y el
responsable de la Industria Alimentaria de CCOO-Industria, Vicente
Canet, han presentado hoy en Cuenca el informe del sindicato sobre la
situación del sector cárnico, que padece una alarmante degradación
laboral. CCOO, que lleva años trabajando en la denuncia de estas
prácticas, reclama la implicación del Ministerio de Empleo y de la
patronal sectorial para taponar esta hemorragia de derechos y de puestos
de trabajo dignos.
Las cifras se han disparado en los últimos años, porque una vez que
una industria cárnica empieza a reducir costes "externalizando" parte de
su actividad -aunque los ‘gladiadores’ hacen el mismo trabajo, en los
mismos locales y bajo la misma dirección que los trabajadores directos
de la empresa-, sus competidoras copian la fórmula.
"De hecho, hace un par de años la propia patronal del sector
suscribió un acuerdo con CCOO y UGT cuestionando este modelo laboral y
comprometiéndose a luchar para erradicarlo. No solo no se ha conseguido,
sino que cada vez se extiende más, incluso empresas que tenían a gala
evitarlo terminan por meter una "falsa cooperativa" en sus centros de
trabajo, en sus mataderos o en sus salas de despiece."
"Es imprescindible un cambio normativo en la ley de Cooperativas, así
como más medios y más dedicación a este sector por parte de la
Inspección de Trabajo, que permita intensificar las campañas en esta
dirección (en el caso concreto de CLM, la actuación inspectora está
consiguiendo transformar empleo indigno y contratos precarios en empleo
digno y contratos indefinidos)", indicó Lola Santillana, que ya el
pasado mes de diciembre, acompañada por Vicente Canet, se reunió con
Carmen Casero, la directora general de Trabajo Autónomo, Economía Social
y de la Responsabilidad Social de las Empresas, organismo que autoriza
el registro estatal de las cooperativas.